«Digitalizarse o morir». Parece que así es como las pequeñas empresas españolas se plantean la «nueva normalidad». Y es que tras el golpe de la pandemia de Covid19 y los confinamientos, la digitalización de los negocios ha pasado a ser prácticamente un requerimiento esencial. Es por eso que alrededor de la mitad de las pymes españolas han optado por continuar con su actividad digital y online incluso tras la vuelta a las oficinas.
¿Cómo afectaron el confinamiento y la pandemia?
Las cuarentenas y encierros supusieron un antes y un después en la forma de trabajar de las empresas. Teletrabajo, videollamadas eternas, equipo online… los negocios tuvieron que encontrar la manera de seguir a flote. Para muchos de ellos esto supuso un reto enorme, ya que pasaba por adaptarse a un nivel de modernidad para el que no estaban preparados.
Sin embargo, la gran mayoría lo hicieron. Desde grandes responsables hasta empleados recién llegados. Demostrando que están dispuestos a aprender y evolucionar cuando se trata de hacer que las cosas funcionen.
Muchas pequeñas empresas que se habían quedado atrás comenzaron a crearse páginas web y perfiles en redes sociales. Otras decidieron implementar el comercio electrónico en su estrategia de ventas. Otras, por desgracia, no contaban con los recursos, medios tecnológicos, o personal adecuado para hacerlo.
La pandemia remite, pero la digitalización continúa
La incidencia de la pandemia comienza a estar en mínimos, y con la mayoría de la población vacunada en nuestro país, parece que la «nueva normalidad» de la que tanto nos hablaron durante el año 2020 está a la vuelta de la esquina.
Pero a pesar de que este episodio oscuro vaya quedando atrás, la digitalización ha llegado para quedarse. La pandemia ha servido para que las empresas repararan en los grandes beneficios y comodidad que ofrece el entorno digital, y no pretenden abandonarlo.
¿Por qué? Porque la recuperación económica será dura y las empresas tendrán que poner todo lo que esté en su mano para volver a cómo estaban antes de que todo esto empezara. Muchas de ellas harán grandes esfuerzos e inversiones para lograrlo.
Según el Banco Central Europeo, el PIB de la eurozona podría caer hasta en un 12%, dependiendo de cómo evolucionen las cosas, y es por eso que las pequeñas empresas españolas todavía se muestran cautelosas y prudentes con respecto al futuro. Alrededor del 65% de ellas cree que no se recuperará del todo hasta al menos el año que viene.
Todavía queda mucho por andar.
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